Visitar a un recién nacido

Las visitas a los recién nacidos es mejor que sean pocas y bajo cita previa, nada de “pasaba por aquí y he decidido subir a veros”. Eso está mal. Seguramente vas a pillar a los nuevos padres en un mal momento. 

Si finalmente eres aceptado para hacer una visita, aquí os dejo unas pautas que sirven siempre, pero en este tiempo de pandemia que vivimos, más. 

Si eres tú la que está esperando un bebé, hazlas llegar a las personas que te visitarán. 

 

  • Al mínimo síntoma de resfriado o malestar, cancela la visita. Los recién nacidos tienen un sistema inmunológico inmaduro, lo van a ir desarrollando poco a poco y gracias al contacto con su madre y las personas que viven con ella. Si no estás vacunado, protege al bebé y no vayas a verlo.
  • Lleva mascarilla y no te la quites para nada. Ayudarás a mantener el ambiente limpio de posibles enfermedades que tengas, aunque no tengas síntomas. 
  • Ofrece la posibilidad de quedar en la calle. Si hace mucho frío, o la madre está todavía recuperándose del parto, quizá lo puedas dejar para más adelante. 
  • Al entrar en una casa que no es la tuya, descálzate. Esto, que es muy habitual en otros países, evita que muchísimos gérmenes entren en los hogares. Aunque no te lo pidan, y aunque los demás no lo hagan, hazlo. Tus zapatos están llenos de porquería de la calle.
  • Lávate las manos nada más entrar. El hidrogel está bien, pero no hay nada como el jabón. Esto hay que hacerlo siempre, pero con la covid en nuestra realidad, más aún. No esperes a que te lo pidan, con un simple “un momento, que me lavo las manos antes de nada” vas a quitar un montón de ansiedad a los nuevos padres, que suelen estar preocupados por este tipo de cosas y muchas veces no lo dicen. Ponte en su lugar, y piensa como ellos. 
  • No beses al bebé. Nunca, pero ahora con más razón. Hasta los pediatras recomiendan que nadie bese al bebé excepto las personas con las que convive, es por su salud, ya habrá tiempo de besuquear esos mofletes adorables. 
  • Respeta las rutinas del bebé y la madre. Si el bebé tiene que dormir, márchate. Si tiene que mamar, déjales espacio. Si notas que la madre está cansada, o el bebé se muestra irritado, no esperes a que te pidan que te marches, toma tú la iniciativa. 
  • No comentes sobre la alimentación del bebé. Las opiniones sobre teta o biberón guárdatelas para ti, para la nueva madre no son más que voces que ponen en duda su decisión, y no es lo que necesita. 
  • Sé comprensiva con los cambios de última hora. Con un bebé recién nacido los imprevistos son algo habitual, y salir de casa es toda una aventura. Es probable que lleguen tarde, o se tengan que marchar a los diez minutos. Estas cosas a los nuevos padres también les estresa y agobia, no contribuyas a ello. 
  • Si vas a llevar un regalo, dale una vuelta antes. Seguramente a este bebé ya le han regalado peluches, ropita monísima (que sigue guardada en un cajón con las etiquetas todavía puestas), o cualquier otra cosa innecesaria. ¿Qué tal si preguntas directamente a los nuevos padres qué necesitan? O mejor aún, hazles un regalo a ellos. El bebé sólo necesita a su madre, y contribuir a que ella se sienta bien también es un buen regalo para el recién nacido. 
  • Ten en cuenta a la madre. Si estáis en una celebración con mucha gente, puede ser que la madre y el recién nacido se ausenten en algunos momentos, el bebé puede necesitar algo de calma, o puede que tenga que mamar… Esperadla para comer o para abrir los regalos, no lo hagáis sin ella. Es muy habitual que las madres se sientan invisibles (el bebé se lleva toda la atención), si estáis pendientes de ella, haréis que se sienta mejor. 

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