Preguntas frecuentes

Estoy de acuerdo en que tener una tribu cercana y dispuesta a ayudar es la manera idílica de vivir el postparto. Sin embargo, en nuestra sociedad actual es posible que no tengamos a esa tribu cerca, o que no queramos compartir con ellos ciertos aspectos de nuestra intimidad en esos momentos vulnerables. Nuestras familias de origen, con todo su cariño y ganas de ayudar, pueden no compartir nuestras ideas sobre el cuidado del bebé o la madre, o tal vez sabemos que van a hacer juicios de valor que nos harán  sentir mal. Seamos honestas, en ocasiones la presencia de la familia de origen puede ser otra fuente de estrés. Una asistente posparto es una figura neutra, que sabe lo que hace pero que no te impone sus decisiones sino que valida y respeta las tuyas. Liberarte de tensiones cotidianas te ayudará a mantener una relación sana y sin presiones con tu familia de origen.

La respuesta es no, pero si vemos que en tu caso particular es el desorden, el baño sin limpiar y la lavadora lo que no te deja descansar tranquila, me pongo a ello sin dudarlo. Con ciertas familias para las que no hay otra solución, puedo recomendarte contratar a alguien unas horas por semana. En otros casos, es suficiente revisar la organización y contar con mi ayuda extra durante las primeras semanas.

Una asistente postparto hace muchas cosas, y ocuparse del orden, la limpieza y la organización puede ser una de ellas.

Nos da la impresión de que un recién nacido necesita una cantidad enorme de cosas, pero en realidad sólo necesita una: a su madre, en la mejor forma física y mental posible. El bebé recién nacido es un mamífero y viene al mundo con la intención de sobrevivir a toda costa, y sabe que la manera que tiene de hacerlo es estar pegado a su madre, todo el tiempo. Es así, es biología. Por mucho que el mundo haya avanzado, y vivamos en nuestras casas seguras y confortables, el cerebro del bebé sigue en una cueva fría, y con un montón de amenazas acechando ahí fuera, en la oscuridad. Ocurre que esa necesidad tan bestia del bebé puede agotar a la madre, con un cerebro mucho más avanzado, y con una sociedad que le dice que tiene que volver a la vida anterior cuanto antes. Es por eso que muchas veces las madres entran en periodos de tristeza, o de depresión. La soledad que padecen las abruma, sienten una gran necesidad de compartir sus emociones y sentimientos, y no hay nadie que las pueda atender: todo el mundo a su alrededor sigue con su vida. 

Por eso, contratar a una asistente posparto puede parecer otro gasto más, pero es probable que sea el más necesario de todos. 

Es posible que se puedan reducir gastos que quizá sean más superfluos: montones de ropa que sólo usará unas semanas, juguetes y peluches que no va a utilizar hasta dentro de bastante tiempo. Cuando se tiene una criatura hay que aprender a priorizar, qué es importante realmente y qué no. está demostrado que las familias que cuentan con apoyo durante este periodo, son más felices y lo disfrutan más. Que la madre se encuentre bien, descansada, bien alimentada y conectada con el bebé es el primer paso para una crianza satisfactoria. 

Sí es lo que necesitáis, sí. Llevo años trabajando como cocinera en mis propios negocios de hostelería, tengo formación para ello y conozco y aplico las normas higiénico sanitarias. 

Sólo necesito saber qué vais a necesitar, con qué utensilios contáis, y preparar una lista de la compra. 

O quizá no necesitáis que cocine para vosotros, quizá sólo os tengo que ayudar a planificar vuestros menús, o quizá es algo que ya tenéis bajo control y no me necesitáis en esto.

Además de mi propia experiencia como madre y mis dos pospartos, mis muchos años de colaboración en grupos de parto respetado y crianza, estoy formada por la organización estadounidense Childbirth International. Me he preparado en habilidades de comunicación y escucha activa, fisiología y psicología del posparto, nociones de lactancia, nutrición y salud, etc. 

El servicio que ofrezco es muy habitual en muchos países. En Australia, en Estados Unidos, en Europa (en Holanda existe un figura llamada kraamzorg, ofrecida por el sistema público sanitario, que hace exactamente lo que yo ofrezco). 

Me han regalado un bono pero ya hace 2 semanas que he parido, ¿hasta cuándo puedo utilizarlo? 

Mi periodo de intervención abarca desde las últimas semanas del embarazo, para preparar un plan de posparto, hasta el año. En cualquier momento podéis contactar conmigo y decirme para qué me vais a necesitar. En ocasiones el posparto comienza bien, pero pasan las semanas e incluso los meses y el cansancio pasa factura en la energía y el estado de ánimo de la madre. Este es un buen momento para llamarme. Aunque no hayamos tenido contacto previo durante el embarazo. Lo importante es que sepáis dónde encontrarme, porque una vez que el bebé está en casa todo se vuelve confuso y puede ser difícil pensar con claridad.

De hecho, mi formación es como doula. Adoro la figura de la doula en todo el proceso de la maternidad y creo que es fundamental y debería ser más tenida en cuenta. He optado por llamarme asistente en lugar de doula porque percibo que para muchas personas el término doula corresponde a una imagen que no es real y, en ocasiones, negativa. Por eso he preferido renombrarme  y usar asistente. 

Y con una salus no tengo nada que ver. Una salus es personal sanitario, que llega a tu casa y da consejos y dice cómo se debe hacer con el bebé, además de ocuparse de él. Yo considero que son la madre y el padre los que deben ocuparse de su criatura y tomar las decisiones sobre cómo criarla. Yo puedo ofrecerles información basada en evidencia científica, pero jamás tomo decisiones que son sólo suyas. Lo que de hecho hago es ocuparme de todo lo demás para que la madre pueda estar tranquila y quedarse ella con su bebé.